Accidentes en los que participan policías en Texas
Los empleadores pueden ser considerados responsables de manera vicaria por los accidentes causados por sus empleados. Por ejemplo, si alguien realiza una entrega para su empleador en un vehículo propiedad de la empresa y causa un accidente automovilístico, las víctimas pueden demandar al empleador bajo la teoría de responsabilidad vicaria. El empleador es responsable de los daños de la misma manera que el conductor negligente. ¿Pero qué sucede en un accidente en el que está involucrado un oficial de policía?
Esta regla también puede aplicarse a accidentes causados por empleados públicos. Entonces, si un empleado de la Ciudad de Houston causa un accidente en un vehículo propiedad de la ciudad, las víctimas también pueden buscar compensación a través de una demanda por lesiones personales. Pero las reclamaciones contra la ciudad, o cualquier subdivisión política de Texas, deben seguir un conjunto especial de procedimientos conocidos como la Ley de Demandas por Agravios de Texas. Esta Ley “renuncia” a la inmunidad soberana que el estado normalmente tiene contra demandas.
La Corte Suprema de Texas Desestima una Demanda Derivada de una Colisión en 2017
Pero ¿qué sucede en una situación en la que un espectador resulta herido durante una persecución policial o un vehículo propiedad de la ciudad responde a una emergencia? En estos casos, la renuncia a la inmunidad soberana no siempre se aplica. Así que incluso si un empleado de la ciudad es negligente, las víctimas pueden terminar sin recibir compensación.
Una decisión reciente de la Corte Suprema de Texas, Ciudad de Houston v. Green, ilustra este punto. Este caso involucró un accidente ocurrido temprano en la mañana aquí en Houston en 2017. Un oficial de policía recibió una llamada de emergencia sobre un sospechoso armado. El oficial activó sus luces de emergencia y condujo hacia el norte por la avenida Hillcroft. En la intersección de Hillcroft y la avenida Richmond, el oficial colisionó con otro vehículo, lesionando a su conductor y pasajero.
Las víctimas demandaron posteriormente a la Ciudad de Houston. Ambas partes alegaron efectivamente que la otra causó el accidente. Los demandantes afirmaron que el oficial estaba viajando “muy rápido” a través de la intersección y en general conducía de manera imprudente y negligente. En contraste, el oficial declaró que viajaba a una velocidad baja y que la víctima que conducía iba a exceso de velocidad y no tenía las luces encendidas.
Demanda Desestimada
La Ciudad solicitó la desestimación de la demanda, argumentando que la “excepción de emergencia” a la Ley de Demandas por Agravios de Texas se aplicaba. La excepción de emergencia, como sugiere su nombre, significa que una ciudad no puede ser considerada responsable por un accidente en el que está involucrado un oficial “mientras responde a una llamada de emergencia o reacciona a una situación de emergencia”, siempre que el empleado siga los procedimientos estándar para tratar dichas situaciones y sus acciones “no sean tomadas con indiferencia consciente o desprecio temerario por la seguridad de los demás”.
El tribunal de primera instancia se negó a desestimar el caso, sosteniendo que las víctimas presentaron pruebas suficientes para crear una cuestión litigiosa sobre si las acciones del oficial de policía constituían un “desprecio temerario” por la seguridad pública. La ciudad apeló esa decisión, que eventualmente llegó a la Corte Suprema. La Corte sostuvo que, según el registro de este caso en particular, las víctimas no podían continuar con su demanda. La Corte dijo que no había evidencia de que el oficial “actuara con desprecio temerario por la seguridad de los demás” mientras respondía a una emergencia legítima.
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